Me parezco a muchas de ustedes. Soy una mamá con una gran lista de cosas por hacer, un horario loco y una pequeña adicción a los chocolates. Yo amo un montón a mi hija de 4 años, aventurero de 2 años y la dulcera de 7 meses y los sigo por todas partes con mi cámara, esperando fotografiar cada divino detalle de sus vidas. Mi esposo es mi mejor amigo y mi familia es extremadamente importante para mí. También me gusta cocinar, correr y leer libros clásicos cuando logro encontrar tiempo para hacerlo.
Y como muchas mujeres, me sorprende como el tiempo se va volando. Así que cuando una clienta me dice “Quiero tener fotos de esos dulces cachetitos antes que crezca mí bebe,” yo comprendo. O “¡No puedo creer que rápido mi pequeñito está creciendo!” A mí me pasa lo mismo. Y especialmente entiendo cuando alguien dice: “Me siento fatal, ya son 3 años desde que tomamos nuestra última foto familiar ¡Necesito nuevas fotos para la casa!”
Me especializo en fotos de recién nacidos- las más tiernas e inocentes bendiciones del planeta. Empecé mi pasión por la fotografía cuando viajé a Europa cómo adolescente pero no fue hasta que nació mi hija mayor que realmente sabía que el amor a las fotos era mucho más que un pasatiempo. Es una manera de recordar cómo somos en cada momento- un regalo que perdura para que nuestros hijos y hasta generaciones después puedan realmente entender el intenso amor que tenemos hacia nuestras familias.
Mis fotos combinan un estilo retrato clásico con fotografía lifestyle. La meta es siempre crear imágenes que enfaticen la conexión entre padres e hijos. La dulce espera, la llegada del amado tesorito, y la bondad familiar.
Así que llámame. Te invito a un cafecito mientras planeamos tu sesión. ¡Pasaremos un rato agradable y te encantarán tus fotos!